Alguien ha pegado con celo
unas nubes blancas
en el cielo asqueroso.
Sobresalen del sol
cuatro chinchetas baratas
de esas del chino
cien por un euro.
La ciudad huele
a turista borracho
en primavera.
Los chavales se entrenan
a esquivar coches
mierdas de perro
gritos de adultos amargados.
La ciudad sigue siendo
una cárcel
entrado el marzo.
Alguien decidió que ser feliz
era un bien inmueble
y acaparó el mercado
Hace tiempo que la alegría
es una marca registrada
La ciudad huele a caldo de sobre
y desodorante en barra
en primavera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario