El
primer día del confinamiento
por supuesto
por supuesto
nos vamos
al súper
Y
aunque tarde
(ya no queda ni un paquete
de papel de wáter)
aún hay
gente
Y pasean los carros obesos que
compulsivos
engullen
engullen
una
lata de olivas
unos garbanzos
aún les
cabe otro pack de cervezas
Monederos
bulímicos
vomitan
euros
cargados de gérmenes
Lávate
las manos
después de tocar billetes
seguro
que llevan sangre
además
de farlopa
y las
lágrimas
del fallido intento
de
parar un deshaucio
Yo he
bajado a comprar solo un Fairy
y la
gente
me ha mirado raro
Por
querer integrarme
he
acabado pillando
seis
docenas de huevos
diez
paquetes de compresas con alas
potitos
para el hijo
que no
tengo
y
pienso para el perro
que
tendría
el hijo
que ya he dicho
que no
tengo
Y solo
porque no quedaba
No he
cogido de la estupidez inmensa
la
parte que
legítimamente
legítimamente
a mí también
me tocaba.
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