domingo, 7 de octubre de 2018

DOMINGO


Desde mi terraza
Veo las caras de los vecinos
Hoy lucho por la vida
de un rosal enfermo
Y escucho el martillo
de un domingo de ateo
¿Cuándo más podrá arreglar esa puerta?

Desde mi terraza
el sol no es de nadie
Y los motores no marcan
el ritmo de nuestras muertes

Escucho el martillo
Y la voz de un niño

Desde mi terraza, hoy creo
que las treguas
aún existen

1 comentario:

  1. La prueba está que este pequeño texto me ha dado 5' preciados minutos de tregua y una sonrisa.
    Gracias

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