Él: Te quiero
Ella: ¿Para qué?
Rosa Grau
Digo “Te quiero”
pero no me gusta así el sintagma
Que parece transitivo:
no es
“Te quiero besar”
“Te quiero abrazar”
O follar
No es eso
Ante la duda,
huyo de la frase hecha:
Mucho es lugar común
Un montón suena banal
Más que la trucha al trucho
me resulta hasta ordinario
Infinito,
no significa nada
Y así encuentro paradójica
que para hacer de mi amor
algo importante, inconmensurable
Necesito buscarle una etiqueta
O, mejor aún, darle entidad
Un DNI
o un carné de biblioteca
Para ahorrarme la burocracia
pienso también en la opción
de cuantificar
el amor que por ti siento
Que es más que dos
menos que siete
Si lo mides en eones
suena mejor que en culombios
O en kilos por metro cuadrado
que es una medida extraña
y tal vez no muy romántica
Te quiero la raíz de siete
es decir, irracional
a veces te quiero asintótica
otras en ceros y unos
qué voy a hacer
si soy binaria
monógama
y tengo el pie derecho plano
Yo te quiero como puedo:
de una forma estacionaria
Puede sonar aburrido
pero es predecible
y ahí sigue
aunque pase el tiempo
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