No podremos decir
No lo esperaba, esto no pasa
Al saber
que hay gente a la que mueren
por haber nacido donde no tocaba
según los baremos de los de sangre pura
Ni podremos poner cara de horror
Qué barbarie, qué inhumano
Al enterrar otro féretro
demasiado pequeño
El lobo no devora a sus crías
El hombre sí, para herir a la hembra
que decidió era suya
No señores, no podremos poner
cara de sorpresa en el bar
cuando en las noticias hablen
de otra vida robada
del que no tiene nada
más que miseria y tristeza
el desahucio es la mano
que lo empujó en el salto
Eso ya había pasado
Y cuando salgan los números
de los viejos y viejas
encerrados en cuartos
con la soledad y las llagas
Y hablen de porcentajes de muertos
Tal vez diremos fue el virus
Pero no, la muerte llega también
por ese temprano olvido
Y cuando veamos las manis yanquis
y les copiemos eslóganes
contra ese poli tan malo
Estaremos fingiendo
que el problema es suyo
Aquí el orden ya lleva
unos cuantos muertos
Y se corre un tupido velo
Aprendemos a fuerza de no hacer nada
De mirar impasibles
Como el odio se impone
Y seguimos tirando,
en este país tan bonito
Donde la muerte llega
Por el odio al de fuera
El sentimiento de dueño
El amor al dinero
El olvido del frágil
Y la maldad del impune
Cuando llegue el siguiente
de los muchos que quedan
Tal vez pongamos cara de pena
y guardemos silencio
Porque ahora ya es tarde
No podremos decir
Qué barbarie, qué horror
Estas cosas
nunca habían pasado