Para mi padre, Alejandro
Volvería a ser joven
no por el hambre de vida
ni las noches de fiesta
Solo
por hablar contigo
Que me cuentes de Gila
y todos esos chistes
que antes nunca entendía
Ahora
echo tanto de menos
Volvería a ser niña
eso siempre
Para robarte el pañuelo
Repetir cada noche
el ritual que te impuse
y que a ti te gustaba
casi tanto como a tu niña
Qué pesada
Volvería a irme lejos
por la llamada del miércoles
y a fracasar de nuevo
por volver a tu abrazo
No una,
mil veces
Volvería incluso
a hace apenas dos años
tú ya estabas perdido
pero aún encontrabas
el camino de casa
Volvería a esa tarde
que tú ya no recuerdas
yo siempre:
Sentir tu mirada
orgulloso y contento
Y pensar
¿Cómo me quiere tanto?
No lo entiendo
Volvería a los tiempos
en que tenías palabras
y te pedía consejo
o discutía contigo
O también cuando,
más tarde,
repetías diez veces
la anécdota de Kubala
Cada vez
con las mismas palabras
Sé que en un futuro
que deseo lejano
pensaré en esta noche
y echaré de menos
el poquito
que aún conservamos
Porque aún me sonríes
no me niegas un beso
Y la gran maravilla
es que a pesar de todo
veo cuanto la quieres
como siempre
y todavía
Eso
no se te olvida