Por primera vez en mucho tiempo
he olvidado
los fantasmas
de los debo y no puedo
la certeza de
que no habrá mañana
mejor
He podido jugar
a ser libre
y he fingido
ser mi única dueña
Estos días el
cielo se veía
tan limpio de
nubes
Y la luz no era
un número
con demasiados
ceros
He seguido el
impulso
de caminar a tu
lado
en el espacio
que un día
decidió matar
Einstein
Hemos sido
absolutos
sin la flecha
del tiempo
no importaba el
destino
ni marcar
crucecitas
en una hoja de
ruta
Y ahora que he
vuelto a casa
me siento como
invitada
a esta vida
cuadrícula
de lunes y
reunión a las doce
de horas frente
a una pantalla
y una luz que
se esconde en los cables
en lugar de en
tus ojos
o en un charco
Esa luz que,
como yo estos
días,
no deja que
nadie la atrape
va hacia donde ella
quiere
y sabe que una
línea curva
es la distancia
más corta
para huir de
este engaño
que en la tele
aún intentan
creamos que es vida
y que es nuestra